Tras las presiones del colectivo senderista a la consejería de medio ambiente, ha optado de forma atropellada prohibir el paso de ciclistas por la sierra del Valle y Carrascoy con el pretexto de que contaminamos y destruimos el sustrato vegetal.
1. No hay ningún estudio de impacto medioambiental que demuestre que una bicicleta rodando erosione más que un senderista.
2. Los caminos que se quieren prohibir son “PR” y GR” con años de antigüedad donde la ley permite circular por ellos a peatones y vehículos sin motor.
3. La misma consejería que pretende sancionarnos si incumplimos esta norma que quieren instaurar el día 1 de abril de 2011, es la misma que no ha tenido control sobre la empresa viveros la Generala. La cual ha acometido una tala indiscriminada y ha destrozado laderas enteras de palmito y romero (en peligro de extinción) con sus tractores oruga para retirar algunos troncos. El resto continua seco y a la espera siendo un peligroso combustible para futuros incendios. Además de los restos de latas de aceite, manchas de las motosierras y el descuido de sus operarios al circular con los todoterrenos, camiones, tractores, etc.
4. Esos mismos políticos que nos tratan de delincuentes, han destrozado y permitido destrozar millones de metros cuadrados, miles de ecosistemas y hábitat de animales y plantas con su urbanismo salvaje en numerosos puntos de la región y su costa durante décadas. (Ni en un millón de años rodando, los ciclistas conseguiríamos eso).
5. Como en todo siempre hay “ovejas negras” que rompen y degradan, pero no es justo que el colectivo ciclista deba convertirse en la única cabeza de turco. Las excursiones de senderistas (algunas de 50 personas o más) suelen atajar por laderas ya que no todos caminan a la misma velocidad y se adelantan por cualquier sitio pisando la vegetación. Un ciclista normalmente no se sale de las sendas por la cuenta que le trae. Rocas, arbustos y árboles hacen que se lo piense.
6. Apoyamos que las autoridades competentes se dediquen a informar de las prioridades de paso en los senderos, quedando claro que los senderistas tengan prioridad en los destinados a ellos y viceversa.
7. En algunas de las comunidades de España se han habilitado zonas para descensos las cuales no se les destina ni un céntimo de las arcas públicas para su mantenimiento; los propios ciclistas (así lo prefieren ellos) son quienes los mantienen limpios y en perfecto estado, ya que ellos mismos son quienes diseñan los recorridos. En Murcia ni se nos ha escuchado.
8. Se promueve que las sanciones a imponer a quienes quebranten esta norma van desde los 100 a los 1.000 €. Es decir, multemos a un chico por circular con su bici por el monte, pero permitamos los botellones que nos hacen emplear tres barredoras mecánicas y dos sopladoras (total 5 operarios) cada fin de semana para limpiar un parking. ¿Es así como alienta a la juventud a practicar deporte y vida sana?
Sin colapsar grandes avenidas de la ciudad o presentar miles de firmas, hemos conseguido hacer dar un paso atrás a los organismos oficiales tan solo con las quejas recibidas en prensa.
A diferencia de los colectivos senderistas el ciclista es más individual y no suele censarse, por lo que nos subestimaron. Somos legión, pero necesitamos tu firma.
Apóyanos.
Este es el manifiesto que me han mandado junto con unas hojas de firmas que llevaré el sábado para que las firméis si lo consideráis oportuno.
1 comentario:
Me parece bien, el sábado si llevas las hojas te la firmaré.
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